No sé, es de lo más absurdo, lo sé, pero sucede.
No es la música que escucho, ni nada poar el estilo. No ni fue el momento más feliz de mi vida (me refiero a la época) ni mucho menos (no sé si ya les hablé de cómo mi novia me dejó, a los quince días nos fuimos de viaje de egresados, y al cuarto día me dijo que estaba con un compañero de curso —y esto después de cuatro años de salir— que terminó siendo más imbécil de lo previsto).
Pero como fuera: el resto de las variables parecen completamente fuera de contexto. Pero lo cierto es que cada vez que escucho el tema, o alguen menciona Bariloche, o el viaje de egresados, o algo por el estilo, viene a mi mente una imagen de lo más inocente pero feliz.
Amigos (compañeros), la necesidad de dejar de lado lo que acabo de mencionarles, la "magia" de Bariloche, del viaje de egresados, en fin, esas cosas…Y llega el tema, y todos vivamos (no sé bien por qué en mi caso, supongo que por ese espíritu que ŝolo puede explicarse en la masa) y bailamos, y de pronto se abre la pista, y en el medio, Boxi y yo. Yo, que nunca balo, nunca bailé, ni quiero hacerlo, ni ahí, ni ahora, ni nunca.
Bailo. Es un boliche, y hay miles de péndejos como yo, no sé ni cómo se llama, y la pista está llena, pero en ese momento, justo cuando yo bailo, con Boxi, se abre todo el mundo, y en el centro, nosotros dos. Habrá de haber sido lo más bizarro del mundo, sin dudas, pero yo en el momento no lo noto, y no importa, aun si lo notara, y bailo.
Se viene el tu-ta-tu-tá, y yo bailo. Con Boxi. Boxi tiene onda, yo no. Pero bailamos. Y la gente mira, y aplaude, y se sacude, y nos idolatra por unos segundos. Y yo no pensaba en todo esto. Bailaba, cual Fred Astaire a los ocho años, bailaba para las tías bigotudas, para la madre babosa, para el padre somnoliento…bailaba.
Y cuando temrinó el asunto, y entre una cosa y otra, por primera vez (que yo recuerde, por primera —de una lista de muchas— vez) una chica venía a hablarme, y no es que fuera linda, ni tampoco fea, pero entienda el contexto: tengo 17, y mi novia de 4 años acaba de dejarme, y se va con un compañero que necesita solo unas horas para demostrar ser un desperdicio intestinal, y una chica que no es ni linda ni fea viene a hablarme, y...
Y hablamos un toque, pero los tiempos adolescentes son…especiales. Más ajustados que los boxes de F1, yo diría…Y antes de que me dé cuenta, alguien ´más la tiene en un rincón, y sus partes se rozan, y eso...
Pero bueno, el asunto es que yo recuerdo ese baile del murguero con Boxi como un gran momento, un destello de felicidad que no suelo acceder a voluntad, pero que a veces me toma por sorpresa, y se va. Y está bien, supongo, siempre ha sido aŝí...
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